En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, 23humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! – Gálatas 5:22-23
En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, 23humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! – Gálatas 5:22-23